El lugar donde aprendemos algo incide en que tan bien lo recordamos


Quizás te haya ocurrido de estudiar para un examen en tu casa o en una biblioteca, y al momento del examen no recuerdas tan bien algunos datos como quisieras. Sin embargo, cuando vuelves al lugar de estudio, te acuerdas perfectamente de todo.


El lugar donde aprendemos algo incide en que tan bien lo recordamos

Los científicos saben desde hace mucho tiempo que la memoria inmediata, cuando la ponemos a prueba queriendo saber una determinada información, funciona bastante mejor en el lugar donde aprendimos dicha información.

Un experimento clásico sobre este tema lo realizó el psicólogo británico Alan Baddeley, quién investigó cómo el ambiente podía afectar los recuerdos a corto plazo de un grupo de buzos. Baddeley dió a los buzos una determinada cantidad de información mientras estos se encontraban 6 metros bajo agua. Posteriormente, dividió el grupo en dos, un grupo volvió al agua y otro se quedó en tierra. El resultado fue que, al preguntarles sobre la información recibida, quienes estaban bajo el agua tuvieron un rendimiento 30% mayor que quienes permanecieron en tierra.
Pero hay un dato más: entre el momento en que los buzos recibieron la información y cuando se les puso a prueba, sólo hubo un lapso de algunos minutos.


En el largo plazo esto no es un problema, ya que cuando se aprende algo nuevo, la conmutación entre múltiples entornos ayuda a establecer las complejas redes neuronales necesarias para recuperar la información más adelante.


¿Por qué sucede esto?

Los científicos cognitivos aseguran que la configuración del entorno en el que una persona está tratando de dominar una nueva información, ayuda a su memoria mediante la adición de una serie de claves contextuales que aumentan su retención. El tono de luz del lugar donde aprendemos, las conversaciones de fondo o hasta el olor del café se transforman en un hilo conductor. Ciertos detalles sensoriales, más que una distracción, ayudan a construir andamios neurales. Con cada cambio de escenario, las características del lugar son archivadas con partes de datos de información que estamos aprendiendo.


¿Cuál sería la mejor solución?

Dicho lo anterior ¿cuál podría ser el mejor método para estudiar ante un examen o prueba muy próxima en el tiempo, y que debemos realizar en un lugar diferente al que estudiamos? Dado que los procesos moleculares que subyacen en la memoria tardan un cierto tiempo en fortalecer los recuerdos, la clave podría estar en estudiar en una variedad de lugares diferentes. Esto podría lograr que la persona obtenga más diversas claves contextuales y sensoriales, lo que le podría servir de ayuda en el corto plazo para obtener la información cuando se la necesite.



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