Cuestión de hábitos

Forman parte de la arquitectura de nuestras vidas, los hábitos son rutinas que nos permiten mover a lo largo de gran parte del día casi sin pensar. Es que nuestras mentes son muy perezosas y el camino más atractivo es el de menor resistencia. No en vano el 40% de nuestros comportamientos diarios se rigen por hábitos.

Desde el momento en que nos levantamos, seguimos estos cauces de comportamiento a lo largo del día, ya que hacen la vida más fácil porque no necesitamos pensar en lo que hacemos. Y continuamos con estas rutinas porque como dice el refrán, 'si no está roto, no lo arregles'.

Pero hay otro tipo de hábito que nos hace la vida más eficiente, en este caso, para hacernos más competentes. Son los hábitos que desarrollan habilidades, llegamos a ser buenos en una tarea por hacerla repetidamente.
Una persona se basa en sus talentos naturales, y mediante el hábito, desarrolla nuevas habilidades, superando de esta forma algunas de las limitaciones del azar y la naturaleza. Un músico es bueno porque ha practicado y ya no tiene que pensar dónde colocar sus dedos en un instrumento. Una tarea compleja que se domina, es porque la práctica ha desarrollado los hábitos de dicha capacidad.

Aristóteles reconoció la importancia de los hábitos del carácter, "una buena persona es alguien que con el tiempo adquiere los hábitos de ser virtuoso, una persona es buena porque ha practicado ser buena". Confucio también reconoció el vínculo entre los hábitos y la virtud, "la naturaleza de los individuos son iguales, son sus hábitos los que los hacen diferentes".

Ser una buena persona no es un hecho aislado, es una manera de ser que se ha adquirido a través de los hábitos adecuados.

Estas rutinas, sin embargo, son un arma de doble filo, se va por la vida sin pensar en lo que está haciendo, o sea, los hábitos pueden sustituir la atención. Y en tal caso encontrarse en situaciones donde los hábitos no son suficientes o nos lleven a conclusiones erróneas.

Los hábitos funcionan tan bien que no requieren de un pensamiento consciente, casi la mitad de nuestros comportamientos diarios los hacemos sin pensar. O como dijo Bertrand Russell, 'esto nos puede hacer la vida más cómoda, pero ciertamente no significa que nos la haga más completa'.