Lo extraordinario de nuestras experiencias comunes


Normalmente son los grandes acontecimientos los que más recordamos y los que más nos preocupamos por documentar: bodas, nacimientos, graduaciones, logros profesionales, etc. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que revisar experiencias comunes y corrientes nos puede generar tanto placer como las anteriores.


experiencias comunes

Investigadores de la Escuela de Negocios de Harvard llevaron a cabo algunos estudios para examinar lo que ocurre cuando las personas "redescubren" experiencias ordinarias del pasado.

Una de las pruebas consistió en que estudiantes universitarios rellenaran una lista que incluía elementos como:
Una descripción del último evento social al que asistió.
Una descripción de una conversación reciente.
Una descripción de cómo conocieron a algunos de sus compañeros.
Nombrar tres canciones recientemente escuchadas.
Describir una foto reciente.
Describir alguna tarea hecha en clase últimamente.
Una pregunta de algún examen reciente.

En cada punto, los participantes calificaron lo significativo e interesante que encontrarían al leer cada punto de esta lista dentro de tres meses.


Los resultados mostraron que, en general, los participantes tendieron a subestimar los sentimientos positivos que tendrían sobre la visualización de cada elemento. Es decir, al volver a ver estos recuerdos aparentemente comunes tres meses después, los resultados fueron bastante más agradables que lo que se esperaba que fueran.


En los siguientes dos estudios se compararon experiencias ordinarias y extraordinarias, los resultados fueron que los participantes subestimaron la dicha de las experiencias ordinarias, pero no de las extraordinarias. Contrariamente a las expectativas de los participantes, revisando meses más tardes las experiencias ordinarias resultaron ser tan agradables como volver a rememorar las extraordinarias.

Esta divergencia se explica, en parte, por el exceso de confianza que tenemos las personas en nuestra capacidad de recordar experiencias. En el caso de las experiencias comunes parecería que el proceso de olvido de la memoria añade frescura y sorpresa al redescubrirlas.

Estos resultados son consistentes con investigaciones que muestran que, por lo general, no somos muy buenos para anticipar nuestras reacciones emocionales a los acontecimientos futuros, un proceso llamado predicción afectiva.


Nuestra incapacidad para anticipar el placer de volver a descubrir experiencias pasadas nos puede llevar a perder la oportunidad de evidenciar los momentos que se harán más significativos en el futuro.


¿Qué ocurre con la documentación constante que se genera en las redes sociales? ¿Estos registros no nos brindan más oportunidades para disfrutar de recuerdos comunes y corrientes? No, por dos factores. Primero, se ha comprobado que el exceso de información entorpece la codificación de los recuerdos. Y segundo, el tipo de información que producimos en las redes sociales tiende a apuntalar una cierta imagen de nosotros mismos hacia los demás, en lugar de exponer auténticas situaciones de nuestras experiencias, y es justamente esto último lo que encontraremos más interesante en el futuro.



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