Las razones evolutivas de nuestras malas decisiones


Durante la evolución de la especie humana el cerebro ha almacenado información que al día de hoy nos puede llevar a tomar malas decisiones. Veamos algunos ejemplos.


evolución malas decisiones

Una de las causas por la cuál algunas mujeres se sienten atraídas por hombres agresivos está impulsada por la evolución. La razón es que en épocas ancestrales un "tipo duro" podría proporcionarles una mejor alimentación y protección.

Ocurre que el cerebro humano consolida y simplifica la información. Durante generaciones, este proceso se ha repetido y hemos almacenado estos datos en forma de instinto. Por ejemplo, el impulso de lucha o huida es simplemente la consolidación y simplificación de millones de experiencias, ya sea en conflictos con enemigos o defendiéndonos de depredadores.


El centro de recompensas del cerebro ama el refuerzo variable

El refuerzo fijo significa que si haces A obtienes B, por el contrario, el refuerzo variable de recompensas otorga algo de azar a comportamientos específicos, es decir, si haces A no siempre obtendrás B (algo similar a intentar "domesticar" al chico malo). La clave aquí es que nuestro cerebro se siente atraído por el refuerzo variable y la razón es que la incertidumbre genera que el cerebro libere más dopamina.

Esto se debe a que durante la evolución de la especie el cerebro ha utilizado la dopamina para motivarnos a hacer cosas que son buenas para nuestra supervivencia. La vida de nuestros antepasados lejanos dependía de ser más conscientes de las cosas que eran cambiantes en su entorno que las cosas que eran constantes, simplemente porque lo primero era más amenazante. Por lo tanto, la evolución nos ha premiado con dopamina por prestar atención a situaciones cambiantes, aquellas que no podemos anticipar claramente el resultado final. Cuando nuestro cerebro consolidó y simplificó dicha información, esto se convirtió en "comprometerse con la incertidumbre es buena cosa", los juegos de azar son otro claro ejemplo.


Al igual que el jugador compulsivo aguardando un gran premio o la mujer que cree que puede "domar" a un hombre agresivo, en ambos casos el cerebro cree que está obteniendo ventaja de prestar atención a "refuerzos variables" de su entorno y de esa forma libera dopamina.


Demás está decir que hemos consolidado y simplificado millones de datos. Por ejemplo, para nuestros antepasados lejanos que sufrieron largos períodos de hambre, a mayor contenido energético en los nutrientes, mejor. Por lo tanto, el cerebro consolidó y simplificó esa información. Hoy en día, el consumo frecuente de alimentos cargados de calorías ya sabemos los problemas que nos pueden ocasionar. Sin embargo, la preferencia por los alimentos ricos en calorías no ha variado.


No todo el mundo tiene una relación problemática o es obeso

Sin dudas que hay otras variables e influencias tales como las experiencias tempranas de vida, otros neuroquímicos además de la dopamina, la genética, los niveles de estrés, etc. El punto es que nuestro enorme avance como especie ha creado un mundo demasiado complejo para nuestra biología. Por tanto, sólo queda una solución: aceptar que es muy difícil cambiar los instintos de nuestro cerebro ancestral, ya que desde una perspectiva evolutiva, nuestro viejo cerebro vive en un medio tan hostil como el de nuestros antepasados lejanos.



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