Aunque en el mundo moderno las diferencias de género en la toma de riesgos están disminuyendo, las mujeres siguen siendo mucho más moderadas a la hora de asumir riesgos. ¿Por qué la mujer siempre ha tomado menos riesgos que el hombre?
Hay pocas diferencias de género más marcadas que la inclinación de las mujeres a preocuparse. El sexo femenino tiene una clara tendencia a preocuparse mucho más que los hombres, esto la lleva a asumir menos riesgos.
De hecho, todas las ocupaciones peligrosas, desde la pesca a la minería están dominadas por el sexo masculino, que es abrumadoramente el género que más muere en accidentes de trabajo.
Las mujeres son también mucho más religiosos, lo cual tiene sentido si se piensa en el ritual religioso como una forma de protegerse de las amenazas.
Pero esto no termina aquí, hay muchos otros datos interesantes de la vida diaria que nos demuestran que las mujeres se preocupan más y por lo tanto toman menos riesgos, por ejemplo, los médicos saben muy bien que las mujeres cuidan su salud mucho más que los hombres, ellas son más propensas solicitar revisiones médicas incluso cuando están bien, además, son menos proclives a fumar y a tomar alcohol. Y a pesar de que algunos hombres piensen lo contrario, las estadísticas no mienten: las mujeres conducen de manera más segura. Como muestra basta ver la proporcionalidad de muertes en accidentes de tráfico, mucho más alta en el sexo masculino.
¿Por qué la mujer toma menos riesgos?
La baja asunción de riesgos del sexo femenino está relacionada con tener una mayor preocupación y es parte de la selección natural de la raza humana.
La clave está en la maternidad: simplemente porque de esta manera tienden a vivir más, por tanto a tener más hijos y sobre todo a poder criarlos hasta que puedan manejarse en forma independiente. Recordemos que, evolutivamente hablando, el cometido principal de la mujer es la procreación y el cuidado de su descendencia.
En cambio, el sexo masculino sí es muy propenso a tomar riesgos, esto se debe a que los hombres adquieren mayor estatus social asumiendo este tipo comportamientos. También la asunción de riesgos y conductas violentas, sobre todo en la edad adulta joven, está relacionado con el establecimiento de órdenes jerárquicos entre sus competidores.
Volviendo a la mujer, esta conducta ancestral de "preocuparse más" tiene un lado negativo y es que las mujeres son más vulnerables a los trastornos de ansiedad y la ansiedad crónica muchas veces, lleva a la depresión.
Esto ayuda a explicar porqué las mujeres son dos veces más propensas a ser diagnosticadas con depresión clínica en comparación con los hombres. También hay que decir que las mujeres tienden a buscar ayuda mucho más para sus problemas emocionales, mientras que una gran cantidad de hombres no reciben ningún tipo de tratamiento para sus problemas de depresión.
Generaciones más riesgosas
Con comportamientos tan marcadamente diferentes en cuanto a la asunción de riesgos por diferencia de género, cualquiera se podría imaginar que estos patrones de conducta serían muy difíciles de cambiar, sin embargo esto no es así. Las mujeres hoy en día son mucho más propensas a asumir comportamientos de riesgo que las generaciones anteriores. Una razón plausible es que las mujeres de hoy están mucho más expuestas a la competencia, incluyendo el ascender en la escala laboral, competir por el éxito académico, incluso en competencias deportivas.
A medida que más mujeres se fueron incorporando a la fuerza laboral y compiten de igual a igual con los hombres por puestos de trabajo de alto estatus, han aumentado su tendencia a la toma de riesgos. Se puede decir que las mujeres jóvenes están adoptando conductas muy similares al sexo masculino en muchos aspectos, esto también impacta negativamente en algunas formas de comportamiento que antes eran prácticas mucho más relacionadas con el proceder del hombre (abuso de alcohol, drogas, conducción temeraria, etc.)
Sin dudas, que es una transformación digna de estudio, ya que es un fenómeno que no se ha visto en otras generaciones a lo largo de la historia.
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